Desde sus orígenes fenicios hasta su auge como destino de lujo en el siglo XXI. Sumérgete en la fascinante historia de Marbella, una encantadora ciudad andaluza, donde glamour y tradición se mezclan en un ambiente cálido y acogedor. En esta página te invitamos a explorar cómo Marbella se ha transformado a lo largo de los siglos, convirtiéndose en un punto de encuentro de celebridades, la jet set internacional y amantes del sol y del mar.
No debes perderte esta apasionante travesía por la historia, la cultura y la evolución de Marbella, una ciudad que de la que te enamorarás.
Índice de contenidos
Prehistoria y Edad Antigua
El término municipal de Marbella ha sido habitado desde el Paleolítico y el Neolítico, como lo demuestran los restos encontrados en los yacimientos de Río Real y Cerro Torrón. Aunque algunos autores sugieren un posible asentamiento fenicio en la costa de Málaga, no se han hallado restos significativos que confirmen esta teoría.
La existencia de un núcleo de población romana en el Casco Antiguo de Marbella queda probada por los sillares de la muralla, los tres capiteles jónicos incrustados en ella, los recientes descubrimientos en la calle Escuelas y otros restos dispersos en la población. Otros asentamientos romanos se encuentran junto a los ríos Verde y Guadalmina, como la villa romana de Río Verde, las termas romanas de Guadalmina y los restos de la basílica paleocristiana de Vega de Mar, rodeada por una necrópolis visigoda que evidencia la presencia humana posterior en la zona.
Edad Media
Durante la época islámica, tras el ataque normando en las costas de Málaga, los musulmanes fortificaron Marbella, construyendo un castillo en el siglo X y posteriormente varias torres almenaras y una cerca que protegía la ciudad. El núcleo urbano se componía de calles estrechas y pequeñas edificaciones con grandes patios, siendo las más notables la alcazaba y la mezquita. El nombre actual de Marbella puede derivar del árabe Marbal·la (مربلة), que a su vez podría provenir de un topónimo íbero anterior.
En la época de los reinos de taifas, Marbil-la fue disputada por las taifas de Algeciras y Málaga, cayendo finalmente en la órbita de la segunda, que pasaría a formar parte del Reino Nazarí. En 1283, el sultán meriní Abu Yusuf lanzó una campaña contra el Reino de Granada en tierras de Málaga. La paz entre meriníes y nazaríes se alcanzó con la firma del Tratado de Marbella el 6 de mayo de 1286, mediante el cual se restituían al monarca nazarí todas las posesiones meriníes en Al-Ándalus.
Edad Moderna
El 11 de junio de 1485, Marbella pasó a manos de la Corona de Castilla sin derramamiento de sangre. Los Reyes Católicos le otorgaron el título de ciudad y la convirtieron en cabecera de comarca y realengo. Durante esta época se construyó la plaza de los Naranjos, siguiendo los diseños urbanísticos castellanos, y algunos de los históricos edificios que la rodean.
A partir de 1644, se introdujo la caña de azúcar en la costa malagueña, dando lugar a la aparición de trapiches, como el Trapiche del Prado de Marbella.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, construida en el siglo XVIII, es otro ejemplo de la arquitectura de Marbella durante este período. A partir de 1644, la caña de azúcar se introdujo en la región y su cultivo se expandió a lo largo de la costa malagueña. Esto llevó al surgimiento de trapiches, como el Trapiche del Prado de Marbella. Durante este siglo, también se construyeron el Fuerte de San Luis y las iglesias del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y del Calvario.
En 1729, Estepona obtuvo la Carta de Villazgo, separándose de Marbella, y en 1807, Ojén dejó la jurisdicción de Marbella. En 1752 se completó la batería del Fuerte de San Luis, y en 1792 fue otorgada a Pedro Antonio Casasola, un teniente de navío retirado, y a Manuel de Artola. El fuerte fue destruido durante la Guerra de la Independencia.
Siglo XIX
A principios del siglo XIX, los Altos Hornos de Marbella, impulsados por el industrial malagueño Manuel Agustín Heredia, surgieron en las márgenes del río Verde. Estos hornos, que funcionaban con mineral de magnetita de la mina del Peñoncillo de Ojén y madera de Sierra Blanca como combustible, fueron los primeros altos hornos civiles de España y llegaron a producir hasta un 75% del hierro colado del país.
En 1860, el marqués del Duero fundó la Colonia Agrícola San Pedro Alcántara, el complejo agroindustrial más moderno e importante de su tiempo, para la producción de caña de azúcar durante el auge de la industria azucarera de Andalucía. A partir de 1881, empresarios malagueños impulsaron la producción de caña de azúcar en la Colonia Agrícola El Ángel, en los terrenos que ahora ocupa Nueva Andalucía.
Los costes de la siderurgia en Marbella, junto con el fin de las Guerras Carlistas en el norte de España, llevaron al desmantelamiento de los Altos Hornos de Marbella y a la concentración de la siderurgia de la provincia únicamente en Málaga. La población que empleaba de manera directa o indirecta las ferrerías retornó a la agricultura y la pesca. Las condiciones climáticas que afectaban a los cultivos, el paludismo y la plaga de la filoxera trajeron desempleo, pobreza, e incluso hambruna y muertes por inanición.
A fines del siglo XIX, Marbella contaba con un núcleo urbano compuesto por tres sectores: el Barrio Principal, el Barrio Alto o de San Francisco y el Barrio Nuevo, y tres núcleos menores dispuestos alrededor de las antiguas ferrerías y de la granja-modelo de la colonia de San Pedro Alcántara, además de viviendas aisladas en huertas y cortijos. La población se dividía entre un reducido grupo de latifundistas burgueses, propietarios de la tierra y de los medios de producción, y una amplia mayoría de jornaleros y pequeños propietarios agrícolas, pescadores y trabajadores del sector servicios.
Siglo XX
A principios del siglo XX, Marbella comenzó a atraer a visitantes de la aristocracia y las clases altas de Europa. En 1915, se abrió la primera casa de huéspedes y en 1926 se inauguró el primer hotel en el casco antiguo, el Hotel Comercial.
A lo largo del siglo, Marbella experimentó un cambio radical. En la década de 1940, Ricardo Soriano, marqués de Ivanrey, adquirió la finca El Rodeo y la convirtió en un centro de turismo de élite. En 1954, el príncipe Alfonso de Hohenlohe fundó el Marbella Club, estableciendo a Marbella como un destino de lujo para la jet set internacional. Este impulso turístico continuó en la década de 1960 con la apertura de Puerto Banús, un lujoso puerto deportivo diseñado por el arquitecto Noldi Schreck, y la creación de numerosos campos de golf.
En las décadas siguientes, Marbella experimentó un rápido crecimiento urbanístico y turístico, que contribuyó al aumento de la población y la economía local. El turismo se convirtió en la principal fuente de ingresos para la ciudad, y Marbella comenzó a atraer a celebridades y visitantes de todo el mundo.
Sin embargo, este crecimiento también trajo problemas de corrupción urbanística y la especulación inmobiliaria. Durante los años 90 y principios de los 2000, varios escándalos de corrupción afectaron a la ciudad y sus gobernantes, lo que provocó una serie de investigaciones y condenas.
Siglo XXI
En el siglo XXI, Marbella sigue siendo un destino turístico de prestigio, conocido por sus lujosos hoteles, campos de golf, boutiques, restaurantes y su animada vida nocturna. La ciudad ha trabajado para mejorar su reputación después de los escándalos de corrupción y para garantizar un desarrollo sostenible.
Marbella también ha experimentado un crecimiento en el turismo residencial, con personas de todo el mundo eligiendo establecerse en la ciudad de forma permanente o como segunda residencia. La ciudad continúa expandiendo su oferta cultural, con eventos y festivales como el Festival Internacional de Cine de Marbella, el Marbella Luxury Weekend y el Festival Starlite, entre otros.
En resumen, a lo largo de su historia, Marbella ha pasado de ser un pequeño asentamiento fenicio a una próspera ciudad turística y residencial en el siglo XXI. La rica historia y el patrimonio cultural de Marbella, combinados con su clima cálido y sus lujosas instalaciones, continúan atrayendo a visitantes y residentes de todo el mundo.